A raíz de la grave denuncia que compartimos esta mañana respecto de la gatita “Kitty”, a quien le extirparon definitivamente sus uñas, queremos profundizar un poco respecto de esta parte del cuerpo de los felinos.
Para los gatos las uñas son una de las herramientas más importantes en su vida diaria ya que a través de ellas pueden rascarse, jugar, escalar, defenderse, cazar, en fin, las utilizan para casi todas las actividades que realizan.
Por ejemplo, para estirar sus músculos y espalda, las uñas cumplen una importante función al clavarse en las superficies, permitiéndole estirarse.
Por otro lado, arañar es una función que está íntimamente ligada a la naturaleza del gato y que realiza con diversos fines a lo largo del día, como liberar estrés, marcar su territorio o, simplemente, ejercitarse.
Por tanto, la intervención quirúrgica llamada desungulación u oniquectomía que extrae sus uñas y con ello la primera falange del dedo es agresiva y desagradable para el gato ya que se verá privado de una de las herramientas más preciadas y características que tiene.
La desungulación afecta, incluso al simple acto de caminar ya que, al andar, toda la superficie de la garra del gato está en contacto con el suelo y entonces, cuando le falta el extremo de la garra, el gato se ve obligado a modificar su postura corporal y su forma de caminar lo que con el tiempo le puede desencadenar lesiones dolorosas y cojera.
Lo cierto es que este tipo de intervención con fines estéticos o no curativos están prohibidos en diferentes partes del mundo como, por ejemplo, España.
En nuestro país y a fines del año pasado, se presentó un proyecto de ley que sanciona penalmente toda intervención quirúrgica o mutilación en animales con fines no medicinales o diversos al resguardo de su salud o bienestar.
Esta acción no tiene nada que ver con el correcto despunte de las uñas del gato que podemos realizarles en casa para evitar rasguños y/o accidentes.
😺¿Lo sabías?