Hoy 14 de septiembre se celebra el Día Mundial de la Dermatitis Atópica, una de las enfermedades no contagiosas de la piel más frecuentes en humanos y que también pueden padecer los gatos.
En el caso de los felinos, es una reacción causada por la hipersensibilidad o alergia a elementos del entorno, como el polen, los ácaros o ciertos ingredientes de su alimentación habitual.
También, puede ser estacional o no como, por ejemplo, si la dermatitis se debe a una alergia al polen, los signos van a aparecer en épocas donde haya más cantidad de esta sustancia en el ambiente.
La dermatitis en gatos se manifiesta a través de múltiples síntomas, aunque el principal es el prurito, que se traduce en que el gato se rasca excesivamente, se acicala continuamente y, en ocasiones, hasta puede morderse para tratar de aliviar el intenso picor.
Esta reacción suele aparecer en zonas como la cabeza, el cuello y las orejas, pero también en el abdomen o en las extremidades.
Otros signos de la dermatitis en gatos son las zonas rojas e inflamadas en la piel, la alopecia por el exceso de rascado, los auto traumatismos por mordida y las heridas con costras.
Lo importante es que ante cualquier anomalía que veamos en su piel, debemos llevarlo a su médico veterinario para que lo revise y le dé el tratamiento adecuado.
Por lo pronto y a modo de prevención, lo mejor es evitar el contacto del felino con aquello que le causa la dermatitis.
Si es sensible a los ácaros del polvo, una buena opción es lavar con un producto adecuado todas las alfombras, camas y colchones una vez al mes.
Si el problema es causado por su la alimentación, la prevención consistirá en encontrar el componente que le provoca la dermatitis a tu gato y eliminarlo de su comida.
😺¿Lo sabías?
