Adoptar a un gato no solo beneficia a los adultos, sino que también a los niños a quienes les enseña aspectos positivos para su salud y desarrollo personal.
Una de ellas es que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico de los pequeños, ya que varios estudios han demostrado que los niños que crecen con mascotas tienen menos probabilidades de desarrollar alergias o asma en varias etapas de crecimiento.
El doctor Eija Bergroth del Hospital Universitario Kuopio en Finlandia y sus colegas estudiaron los efectos de tener un perro o un gato en la salud de 397 niños y concluyeron que los pequeños que tenían una mascota tenían menos enfermedades, menos probabilidades de tener que tomar antibióticos y sufrir de asma.
Los investigadores explicaron que probablemente la suciedad y los alérgenos introducidos por los animales son buenos para el sistema inmunológico de los niños.
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