Hoy 13 de julio se celebra el Día Internacional del Sarcoma, un tipo de cáncer que se desarrolla en los huesos y tejidos blandos del organismo y que también pueden padecer nuestros gatos.
Lo primero que tenemos que aclarar es que existen dos tipos que son los más comunes: el Fibrosarcoma o Sarcoma de Tejidos Blandos y el Osteosarcoma.
El primero se forma a partir de fibroblastos y otros tejidos conjuntivos, casi siempre debajo de la piel.
Es habitual que se presenten como masas firmes que van aumentando de tamaño debajo de la epidermis como unos furúnculos.
El grado de malignidad de estos tumores es variable y algunos pueden ser muy crueles, con invasión extensiva de los tejidos que lo rodean y metastatizando muy pronto a los ganglios linfáticos y pulmones, mientras otros son menos agresivos y no son tan invasivos ni metastatizan tan rápido.
Por otra parte, el Osteosarcoma es un cáncer que afecta a los huesos y puede localizarse en las extremidades o columna vertebral y cráneo.
Cuando afecta a las extremidades, muchas veces se produce un debilitamiento del hueso que puede producir una fractura de este, causando mucho dolor y cojeras.
Incluso aunque no se produzcan fracturas la mayoría de los casos de osteosarcoma presentan síntomas de dolor progresivo y cojeras en el hueso afectado.
Los osteosarcomas pueden dar lugar a la formación de metástasis en los ganglios linfáticos y pulmones, aunque no necesariamente en todas las ocasiones.
En ambos casos el tratamiento óptimo de estos tumores consiste en una combinación de cirugía y radioterapia y/o quimioterapia, aunque el pronóstico es variable.
Lo importante es acostumbrar a nuestros gatos a que los podamos manipular para detectar a tiempo esta enfermedades y al primer signo de que algo anda mal tenemos que llevarlo a su médico veterinario porque sabemos que ellos son muy buenos escondiendo sus dolencias.
😿¿Lo sabías?
