Aunque nos parezca algo extraño, nuestros gatos también pueden resfriarse al igual que nosotros los humanos, sobre todo en esta temporada más fría.
Por lo mismo, tenemos que estar atentos a los síntomas, tales como, estornudos, lagrimeo, mucosidad nasal o tos más de lo usual.
Ante cualquier situación anómala que veamos en la salud de nuestros peludos es necesario que lo llevemos cuanto antes a su médico veterinario para que lo revise.
Como hemos compartido en publicaciones anteriores, la aspirina, el ibuprofeno y el paracetamol son medicamentos altamente tóxicos para los gatos y su administración, incluso en dosis pequeñas, es potencialmente mortal.
Alguna de las medidas que podemos tomar para evitar que se enfermen son evitar los cambios bruscos de temperatura y mantener su esquema de vacunación siempre al día.
🙀¿Se ha resfriado el tuyo alguna vez?