Una de las habilidades que tienen nuestros gatos es que son muy perceptivos, lo que les permite descifrar con claridad las emociones humanas.
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De hecho, cuando nuestros felinos perciben que nos encontramos tristes por alguna razón, ellos no dudan en recostarse sobre nosotros.
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Cuando eso pase, es casi seguro que escuchemos un ronroneo que nos hará sentir más tranquilos.
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Como hemos compartido en nuestra comunidad, el ronroneo libera en ellos endorfinas, que pueden lograr lo mismo cuando lo hacen cerca de los humanos, lo que hará que nuestra mente se relaje y automáticamente nos sentamos mejor.
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No hay nada mejor como una buena dosis de endorfinas cuando, por ejemplo, tenemos una pena en el corazón.
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😺¿Confirmas?
