Uno de los mitos más arraigados en la sociedad y que se ha traspasado de generación tras generación es que los gatos son “traicioneros”.
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Lo cierto es que por su naturaleza felina tienden a ser más independientes y solitarios que los perros.
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Todo lo anterior no quiere decir que sean incapaces de establecer vínculos de apego con las personas con las que conviven o con otros animales, independiente de su especie.
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Al igual que nosotros los humanos, cada gato puede tener una personalidad distinta, de forma que uno puede ser más cariñoso y otro mostrarse más distante, pero no por eso hay que tratarlos de “traicioneros”.
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😺¿Has escuchado personas decirlo?
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