A quien no le ha pasado que cuando andamos descalzos por la casa, nuestros gatos van y se lanzan a atacar nuestros pies.
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Aunque no lo creas es algo más común de lo que nos imaginamos y no es motivo para asustarse o alarmarse.
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Este comportamiento se explica por la curiosidad que a ellos les genera algunas de nuestras articulaciones humanas como, por ejemplo, los tobillos, los dedos de los pies, las manos, etc.
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Su intención no es dañarnos, sino más bien lo que buscan es intentar jugar con ellos.
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Para evitar que lo hagan, puedes educarlo y así no sean tan bruscos al hacerlo.
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😺¿Lo sabías?