Hoy es el Día Mundial de la Tuberculosis y es una interesante instancia para conocer más de esta enfermedad y nuestros gatos.
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Lo primero que tenemos que aclarar es que la tuberculosis es una enfermedad bacteriana poco común en pequeñas especies, siendo los perros más susceptibles que los gatos.
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Sin embargo, a nuestros felinos se les puede traspasar por leche bovina contaminada o no pasteurizada o por alimentos crudos contaminados.
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De hecho, uno de los últimos casos reportados en el mundo se dio en 2019 cuando en Inglaterra informaron de 73 gatos contagiados por consumir alimentos crudos de una marca comercial que los vendía.
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Una de las bacterias más comunes en animales es la M. bovis que se presenta en bovinos, alces, ciervos y bisontes, pero también se puede transmitir y causar enfermedades en humanos, gatos y una amplia gama de otras especies.
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Una de las formas de prevenir la enfermedad es la pasteurización de la leche y la cocción de la carne, que mata estas bacterias.
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Si se detecta lo suficientemente temprano, la tuberculosis se puede tratar con antibióticos, pero las cepas resistentes a los antibióticos se están volviendo más comunes.
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La M. bovis había sido reportada previamente en gatos en el Reino Unido, pero normalmente producía lesiones cutáneas en gatos mayores que tenían acceso al aire libre y se sabía que cazaban y comían animales salvajes.
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Si bien, en nuestro país esta enfermedad está controlada tanto en humanos como animales, es necesario no bajar la guardia y evitar alimentar a nuestros gatos con dietas de moda que consideren alimentos crudos.
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¿Lo sabías?
