Un nuevo uso le está dando a los contenedores viejos de vidrio y de papel en España, específicamente en el municipio de Parla, donde decidieron reconvertirlos en alojamiento y espacio seguros de alimentación para los gatos abandonados y de colonias ferales.
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El proyecto comenzó a fines del año pasado y durante estas últimas semanas se instalaron en diferentes puntos de la ciudad con una apariencia más «amigable» para los felinos y su entorno.
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El abandono en Parla se triplicó durante el último verano europeo, lo que obligó al municipio a dar una respuesta a esto y evitar así que los felinos deambulen por las calles.
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“Normalmente son agredidos y aislados, y la mayoría de las veces el gato acaba falleciendo, por lesiones, accidentes o inanición. Quedan expuestos a un atropello, a que alguien les hiera o a contagios de enfermedades que pueden ocasionarles la muerte», advirtieron desde el ayuntamiento.
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