Cansada de que le robaran su correspondencia, Laurie Pringles, decidió tomar cartas en el asunto y no halló nada mejor que dejar un empaque con excrementos de gato para pillar al ladrón.
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La insólita situación ocurrió en la provincia canadiense de Ontario y tras tres años de robos se le ocurrió la genial idea de vaciar una bandeja de arena para gatos en una de las cajas de entrega, dejándola como señuelo en el antejardín de su casa.
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Solo bastaron 40 minutos para descubrir al ladrón de correspondencia, a quien todo su accionar quedó grabado y luego compartido en una aplicación de vecinos donde otras personas alertaron que también habían sido víctimas de robos de encomiendas.
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Lo cierto es que el antisocial se llevó una gran sorpresa cuando abrió el supuesto botín en su casa.
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😹¿Usarías esta técnica caza delincuentes?